La Permacultura busca la creación de la permanencia humana sostenible y ecológicamente sana.



La Permacultura consiste en trabajar con y no en contra de la naturaleza, de observación prolongada y reflexiva, en lugar de labores prolongadas e inconscientes, de entender a las plantas y los animales en todas sus funciones, en lugar de tratar a las áreas como sistemas mono-productivos.

 
Así mismo, Tiene muchas ramas, entre las que se incluyen el diseño ecológico, la ingeniería ecológica, el diseño ambiental, la construcción y la gestión integrada de los recursos hídricos los cuales desarrollan la arquitectura sostenible y los sistemas agrícolas de auto-mantenimiento modelados desde los ecosistemas naturales. La Permacultura sigue siendo un sistema de diseño que busca la creación de asentamientos humanos sostenibles, ecológicamente sanos y viables en materia económica. Asentamientos capaces de producir para satisfacer sus necesidades, sin explotar recursos o contaminar, es decir, sostenibles a largo plazo.  

El origen de esta, surge a través de la segunda guerra mundial, cuando dos ecologistas australianos, Bill Mollison y David Holmgren, comenzaron con el desarrollo de una serie de ideas que tenían la esperanza de utilizar  la creación de sistemas agrícolas estables, para así contrarrestar el uso cada vez más frecuente de métodos agroindustriales destructivos. 

¿En qué se basa la Permacultura? 

No existen recetas estándar para hacer Permacultura, pero sí existen unos principios de diseño y una ética sencilla que es la base sobre la cual todo se asienta. Esta ética es cuidar la tierra, cuidar la gente y compartir los recursos. 


El cuidado de la tierra significa cuidar las cosas vivientes y no vivientes: suelos, especies y sus variedades, atmósfera, bosques, microhábitats, animales y agua, lo cual implica la realización de actividades inofensivas y rehabilitadoras, la conservación activa y el uso ético de los recursos. Todas las acciones tienen que garantizar que los ecosistemas queden sustancialmente intactos y capaces de funcionar saludablemente. 

Con el cuidado de la gente se estimula la ayuda mutua entre las personas y las comunidades, tomando en cuenta las necesidades básicas de alimento, abrigo, educación, empleo satisfactorio y contacto humano. Si podemos proveer nuestras necesidades básicas no necesitamos hacer prácticas destructivas a gran escala contra la tierra. 

Los principios, aunque no vamos a entrar aquí en detalle, incluyen actitudes tales como: trabajar con la naturaleza, no en contra; el problema es la solución; mínimo cambio para el máximo efecto, todo afecta a todo y el rendimiento de un sistema es teóricamente ilimitado. 

Esta claro que todo el mundo puede hacer Permacultura, se puede aplicar tanto en el campo como en la ciudad, en una gran finca o en un pequeño huerto, e incluso viviendo en un pequeño apartamento en la ciudad. Lo importante es empezar a tomar nuestras propias responsabilidades para encontrar soluciones creativas. Por ello, es importante fomentar la Permacultura en medio de la actual crisis que vive Venezuela y el mundo en general, ya que esta ofrece un modo sustentable y perdurable en el tiempo, cuya misión es transmitir y compartir conocimientos ancestrales que vienen de nuestros indígenas que viven en la selva sin destruir la madre tierra y respetando a todos los seres vivientes por igual.

Publicado por: Dayana Y. Avendaño
Tecnologia para la Producción Agroalimentaria


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